Se originó originalmente en las cárceles del país norteño, allá por los años 80 del pasado siglo. A los presos no se les permitía tener cinto o correa debido al daño físico que se podían hacer entre ellos. Esto ocasionó que muchos anduvieran con los pantalones por abajo, mostrando la ropa interior.Con el tiempo, se distorsionó un poco y se convirtió en un símbolo de identificación entre reclusos de las cárceles, donde todo reo que llevara los pantalones así, estaba dando una señal de que estaba dispuesto a tener relaciones íntimas con otro interno.